domingo, 13 de febrero de 2011

Labruna, el abuelo record

Ángel Labruna, ex jugador y director técnico de River Plate, fue el futbolista más viejo en disputar una Copa del Mundo representando a la Argentina. Esto sucedió a sus 39 años de edad en Suecia 1958, al ingresar en la lista de 22 jugadores a último momento, en lugar del lesionado Roberto Zárate. Luego del goleador millonario se encuentra Martín Palermo, con 36 años, al disputar el Mundial de Sudáfrica 2010.

En un partido de la gira previa disputado contra el Bologna de Italia, un jugador de ese equipo de apellido Randon, lesionó al argentino Zárate tras una fuerte entrada y quedó descartado para la Copa del Mundo. En su reemplazo, el técnico de la Selección Argentina Guillermo Stábile, le dio a Labruna la posibilidad de jugar su primer y único Mundial faltando tres meses para que cumpla 40 años.

Debido a que Zárate se lesiona faltando pocos días para el primer partido contra Alemania Federal (en el cual la albiceleste perdió por 3 a 1), Ángel Amadeo Labruna llegó sobre la fecha y tuvo que
observar ese encuentro desde la tribuna. Recién pudo jugar en el segundo cotejo del grupo contra Irlanda del Norte (en el cual la Selección ganó su único encuentro del campeonato por 3 a 1).

En el diario El Mundo del 15 de junio de 1958 se encuentra una declaración del ex jugador millonario en la cual expresó: ”Es lógico que en un ambiente de nerviosidad se produzcan algunas discusiones. Si ganamos mañana pasará todo (al referirse al partido que Argentina perdió frente a Checoslovaquia por 6 a 1 y quedó eliminada). Además, en la cancha uno se olvida de cualquier disgusto”. Esto confirmaba las sospechas del periodismo, que había problemas entre los jugadores argentinos: el defensor Federico Vairo se tomó a golpes de puños con el arquero suplente Julio Musimessi en un entrenamiento.

También hubo una fuerte discusión entre Stábile, Raúl Colombo (Presidente de la A.F.A. en ese entonces) y el mediocampista Néstor Rossi. Luego, el delantero José Sanfilippo había amenazado a Colombo con contar un arreglo de dinero que se había realizado por debajo de la mesa si es que a él lo suspendían por sus actos de indisciplina (Colombo le había pedido prestado 5.000 dólares a Sanfilippo para pagar los pasajes de vuelta a Argentina).

Como si fuera poco, Argentina sufrió en este campeonato la peor derrota en la historia de los mundiales al perder contra Checoslovaquia. Por eso, el hincha albiceleste explotó y recibió a los monedasos al conjunto nacional en Ezeiza. Amadeo Carrizo, arquero y compañero de Labruna en River, siempre recuerda esta situación porque una moneda impactó en su frente.

En el diario ya mencionado El Mundo, se encuentra otra declaración del artillero argentino del mismo día (8 de junio) en el que debutó la selección en la Copa del Mundo, en la cual dijo: “Creo que nos impondremos”.

En una nota subida a la página web todoslosmundiales.com.ar, luego de haber sido eliminado del Mundial, Labruna afirmó: “Fuimos con los ojos vendados, completamente a ciegas porque no estábamos preparados, ni física, ni técnicamente para afrontar tres partidos en una semana”.

Las dos últimas declaraciones reflejan el contraste de como llegó la Selección Argentina a Suecia y como se fue de dicho país.

Nahuel Tassi

domingo, 6 de febrero de 2011

Mundial '78: Argentina jugó dopada


Oscar Ortiz, integrante del plantel argentino campeón, reveló que en el partido ganado a Perú por 6 a 0 consumieron estimulantes que servían para mejorar el rendimiento físico.
En el 2008, a 30 años de la Copa del Mundo de fútbol disputada en Argentina, el periodista Christian Rémoli realizó un documental llamado “Mundial '78: verdad o mentira”, que trata sobre dicho torneo.

En el informe, Ortiz reconoció que se doparon tras una pregunta que le hizo Rémoli a lo que le respondió: ”En el fútbol hay dinero y hay drogas. Y si hay dinero, hay drogas, hay doping y hay sobornos. ¿Te contesté o no?”. Al explicar claramente que ingirieron sustancias ilegales.

Para confirmar este hecho, el ex jugador de la selección peruana José Velásquez, confesó haber tenido una charla con Ortiz meses después de concluido el certamen al cual le preguntó: “Dime la verdad, ¿ustedes han jugado dopados?”, y Ortiz le respondió (según Velásquez): “¿Y que querés? Con la guita que había. Nos dábamos acá, acá y hasta acá (al señalarse sus brazos, boca y cola respectivamente)”.

El jugador peruano se sorprendió cuando vio en el vestuario visitante a una persona muy importante, a esto comentó: “Tuvimos la visita del General Videla en ese entonces, con el presidente de la federación nuestra. Vino a desearnos suerte, buen partido y otras cosas. A nosotros nos pareció bastante extraño que un presidente de un país venga específicamente a desearnos suerte a nosotros. Algo extraño”.

Mario Kempes, delantero goleador de ese Mundial del conjunto argentino, desmintió ese hecho y aclaró: “Si llega a entrar la junta o cualquier militar dentro del vestuario de ellos, habiendo tantos periodistas como había, ¿vos te creés que ninguno lo habría visto?”.

Aunque, Ramón Quiroga, el arquero de la selección peruana, confirmó lo dicho por su compañero y afirmó: “En el camarín si entró (por Videla). Sí, me acuerdo, cuando nos estábamos cambiando”.

Velásquez se quedó con dudas respecto a que si el presidente argentino entró al vestuario sólo para saludarlos, por eso dijo: “Los militares presionan a los directivos, los directivos al comando técnico y el comando técnico distorsiona el funcionamiento del equipo (de Perú)”, al dar a entender que la real intención del General Jorge Videla era presionar a las autoridades peruanas para que su equipo se deje perder.

Mario Escobar, periodista colombiano, da otro testimonio en el cual en ese partido no sólo se consumieron sustancias ilegales, sino también en donde el encuentro estuvo comprado por Argentina, a lo que explicó: “Rodulfo Manzo (defensor de Perú) en la concentración de Vélez (luego de jugar el Mundial, Manzo firmó con Vélez Sársfield
) había referido que ese partido había sido arreglado y que el único que no había arreglado era Muñante, que por eso había estrellado ese tiro en el palo (Juan José Muñante, delantero peruano, picó la pelota ante la salida del arquero Ubaldo Fillol y la misma pegó en el palo derecho antes de los cinco minutos de comenzado el encuentro)”.

Para cerrar, el peruano Velásquez fue sincero, sacó la bronca que tenía guardada sobre el dudoso campeonato ganado por Argentina y expresó: “Uno tiene que aclarecerse y realmente decir que llegaron a una final, que campeonaron. Sí, es muy cierto todo. Pero lo hicieron ilegalmente”.

Nahuel Tassi